Exgerente de fábrica de cemento insiste en fusionar Fancesa ante inminente colapso
En un momento de apremiante coyuntura, el docente universitario y exgerente de la Fábrica de Cemento Fancesa, Mirko Gardilcic, ha reafirmado su propuesta formulada en 2019: fusionar la empresa como una medida crucial para asegurar su supervivencia.
Esta propuesta, bautizada como la «Tabla de Salvación de la Cementera Nacional», fue presentada originalmente en el año 2019.
Con pérdidas millonarias que acechan la viabilidad de Fancesa, el exgerente subraya la necesidad de una fusión con una empresa afín, ya sea del ámbito privado o público, dentro del sector cementero. Esta estrategia tiene como objetivo rejuvenecer una compañía que atraviesa un período de decadencia.
Fancesa, en su pasado, fue un baluarte económico en la región. No obstante, se encuentra hoy en una situación insostenible. El incremento en su fuerza laboral, que ha pasado de 264 a casi 600 trabajadores, se ha traducido en una preocupante merma en su capacidad productiva.
Si bien en su época dorada la fábrica lograba producir un millón de toneladas anuales de cemento, en la actualidad apenas alcanza las 550 mil toneladas. El exgerente enfatiza la desigual ecuación en la que se halla la empresa, con más empleados, pero menos producción, lo que ha mermado drásticamente sus ingresos.
Un aspecto que no pasa desapercibido es la notable pérdida de presencia en el mercado de Santa Cruz.
Antaño, Fancesa ostentaba una sólida participación del 72%, mientras que en la actualidad se encuentra en una posición marginal. Esta declinante presencia comercial se suma a las tensiones internas que la empresa enfrenta, dando lugar a incertidumbres acerca de su viabilidad a corto plazo.
El exgerente hace un llamado apremiante, instando a una acción inmediata. Su propuesta busca evitar la decadencia de una entidad que en su momento fue un pilar esencial en la economía regional.
Es importante destacar que durante el lapso de 2021 a 2022, Fancesa registró pérdidas ascendentes a 11 millones de bolivianos, cifra que se incrementó alarmantemente a 111 millones en el periodo siguiente, de 2022 a 2023. “Posteriormente, se implementó un maquillaje financiero” que logró atenuar las pérdidas, situándolas en 39 millones de bolivianos, según calificó Gardilcic./IR