Hay emergencia nacional por falta de combustibles; ANH intenta garantizar abastecimiento
Los surtidores se quedan sin gasolina y diésel mientras en el mercado negro la comercialización del carburante de mala calidad se expande y a precios que oscilan entre Bs 7 y 10 el litro. El sector productivo de Santa Cruz, los transporistas y empresarios están molestos porque la estatal YPFB, la ANH ni el Ministerio de Hidrocarburos pueden garantizar la provisión de carburantes.
Desde hace tres semanas la situación se complicó pero desde el jueves hasta este sábado varias estaciones de servicio ya no tienen el carburante.
Un estudio del sector, señala que Bolivia importa diésel, y gasolina desde hace varios años, como todo lo relacionado con el sector hidrocarburos, el control total de la actividad está a cargo del estado boliviano, YPFB es la empresa designada por constitución para proveer de combustibles líquidos al mercado interno.
El sistema montado para la compra, transporte, almacenaje y distribución muestra desde hace algún tiempo que es frágil, algunas de sus debilidades son obvias, se destacan: i). El Subsidio exige un esfuerzo al TGN e YPFB, es una trampa económica y financiera que está desangrando al estado y el sector petróleo y gas. ii). Extrañamente y contra toda lógica YPFB no se preparó para la caída de producción de líquidos, es inexplicable que hubiera hecho ampliaciones en ambas refinerías y no hubiera resuelto la ampliación y adecuación del sistema de transporte por ducto.
La presente estructura de compra, transporte, almacenaje por parte de YPFB y la de control a cargo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos es ineficiente, opaca o poco transparente.
Según se hace notar, YPFB ha sido acorralada por un oligopolio que actúa con cierto grado de coordinación entre ellos, los grandes importadores y algún otro actor menor o subsidiaria de una de las nombradas extraen una renta adicional a la petrolera estatal, Bolivia paga precios altos y compra calidades bajas.
Este primer acto que es la compra del combustible puesto almacenado en varios puntos de Chile, Perú, Paraguay, y Argentina, tiene barreras de entrada infranqueables para aumentar la posibilidad de hacer una gestión de compra competitiva.
Los sistemas de desembarque y almacenamiento en esos puntos no son de libre acceso a otros proveedores, hecho que restringe la competencia y daña a YPFB. Sería por ejemplo muy útil hacer una comparación de los precios declarados en aduana por YPFB cuando importa desde Chile y Perú versus aquellos que declara la mina San Cristóbal en sus importaciones.
Cuando el producto es retirado por YPFB para ser transportado a Bolivia se hace una medición por peso, en el caso de despachos desde Paraguay, se conoce que un importante porcentaje de lo transportado es vendido a un mercado negro dentro de este país, el transportista luego burla los controles fronterizos en Bolivia y recarga el volumen en un punto con combustible subsidiado. Es posible que este fraude sé de también en el Perú.
Al entregar el producto en refinería y planta de YPFB, el control es volumétrico con ajuste por temperatura, al no ser las mismas unidades y método que el de despacho, el cálculo de mermas presenta otra oportunidad para fraude, la prensa a reflejado las quejas de transportistas que indican que se les descuenta en demasía por este concepto, la diferencia quedaría en favor de los que operan la planta, el combustible así recibido genera volúmenes excedentes que están en lo físico y no en el control documental. Se hizo mención un estimado de noventa mil litros diarios para el caso de la refinería de Palmasola.
El sistema de control de despacho, transporte y comercialización es incapaz de evitar el activo mercado negro que hoy día existe en el país. Los agricultores, ganaderos y mineros del oro en el norte del país pagan precios diferenciados que van desde los 4, 5 a 9 bolivianos por cada litro. Hay entonces un volumen de combustible que genera pingues ganancias a los agentes que manejan y controlan esta actividad ilícita. Aquí no se habla de la reventa por bidones, son volúmenes mayores.
En las fronteras también hay fuga de carburantes, vía contrabando, como parece ser el caso de la frontera con Perú, o comprando el combustible en territorio nacional y cargando en sus vehículos, como el caso de Puerto Suárez y Yacuiba.
Esta hipotética cadena de fraudes es un gigantesco negocio que ha sido penetrado por gestores con prácticas mafiosas, junto con la adicción / dependencia que se generó con la subvención a volúmenes crecientes de combustible, se constituyen en una pesada carga para el estado. Las partes interesadas y las restricciones políticas hacen previsible que este problema no sea atacado en sus causas raíz.
ANH
El director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Germán Jiménez, informó que enviaron volúmenes excedentes de las cantidades habituales para garantizar el abastecimiento de combustibles en tres departamentos durante los feriados de carnaval.
Explicó que en La Paz se subió de 2 a 2.7 millones, a Cochabamba de 1 a 1,3 millones y Santa Cruz de 2 a 2.6 millones de litros. Jiménez dijo que las tres plantas de Valle Hermoso en Cochabamba, Palmasola en Santa Cruz y Senkata han operado; sin embargo, el diésel y gasolina se agotan solo unas horas.
La autoridad pidió calma a la población porque se están restableciendo los volúmenes en las estaciones de servicio debido a que después de los bloqueos ha costado volver a subir los saldos en los surtidores, así como también se está superando la especulación de combustible.
Sostuvo que la población se está volviendo a abastecer del combustible para viajar a diferentes departamentos y en ese sentido se está llevando un trabajo de monitoreo exhaustivo de estación por estación.