Elon Musk dice que bloqueó el acceso de Ucrania a su sistema de satélites Starlink para evitar una escalada de la guerra y Kyiv lo acusa de maldad
El multimillonario Elon Musk dijo que se negó a que el gobierno de Ucrania tuviera acceso a su red de internet Starlink sobre la península de Crimea, como fue revelado en un libro que está por publicarse, para evitar ser cómplice en un «gran acto de guerra».
Kyiv envió una solicitud de emergencia, contó Musk, para activar Starlink en Sebastopol, donde se asienta un importante puerto naval ruso.
Los comentarios del empresario llegan después de conocerse que en una biografía sobre él, que se publica este mes, se revela que Musk desactivó la red Starlink, lo cual frustró un ataque con drones contra barcos rusos.
Un alto funcionario ucraniano dijo que tal decisión facilitó que hubiera ataques rusos contra Ucrania y lo acusó de “hacer el mal”. Desde que ocurrió esto, buques de guerra rusos han participado en ataques mortales contra civiles, señaló.
«Al no permitir que los drones ucranianos destruyeran parte de la flota militar rusa a través de la intervención de Starlink, Elon Musk permitió que esta flota disparara misiles Kalibr contra ciudades ucranianas», dijo Mijailo Podoliak, jefe de la oficina presidencial de Ucrania.
«¿Por qué algunas personas quieren desesperadamente defender a los criminales de guerra y su deseo de cometer asesinatos? ¿Y ahora se dan cuenta de que están haciendo y fomentando el mal?».
La red de Starlink
La controversia se produce luego del avance de la publicación de una biografía de Musk escrita por el periodista Walter Isaacson, titulada «Elon Musk», que alega que el empresario cortó el acceso de Ucrania a Starlink porque temía que una emboscada a la flota naval rusa en Crimea pudiera desencadenar una respuesta nuclear del Kremlin.
Ucrania atacó barcos rusos en Sebastopol con drones submarinos que transportaban explosivos, pero perdieron la conexión con Starlink y «llegaron a tierra sin causar daño», escribió Isaacson.
Las terminales Starlink se conectan a los satélites SpaceX en órbita y han sido cruciales para mantener la conectividad a internet y las comunicaciones en Ucrania, ya que el conflicto ha perturbado la infraestructura del país.
SpaceX, en la que Musk es el mayor accionista, comenzó a proporcionar miles de antenas Starlink a Ucrania poco después de que Rusia lanzara su ataque a gran escala contra su vecino en febrero del año pasado.
En respuesta a la afirmación del libro, Musk dijo en la red X (antes Twitter) que SpaceX «no desactivó nada porque, en primer lugar, no se había activado en esas regiones”.
«Hubo una solicitud de emergencia de las autoridades gubernamentales para activar Starlink hasta Sebastopol. La intención obvia era hundir la mayor parte de la flota rusa anclada», señaló.
«Si hubiera aceptado su petición, entonces SpaceX sería explícitamente cómplice de un importante acto de guerra y de una escalada del conflicto».
Dimitri Medvédev, ex primer ministro de Rusia, respondió en X: «Si lo que Isaacson ha escrito en su libro es cierto, entonces parece que Musk es el último sensato en Norteamérica».
Rusia se anexó ilegalmente la península de Crimea en 2014, ocho años antes de que Moscú lanzara su invasión a gran escala de Ucrania.
Una red «para el bien»
En el pasado, Musk ha dicho que si bien el sistema de conexión Starlink se había «convertido en la columna vertebral de conectividad de Ucrania hasta las líneas del frente», no permitiría que fuera utilizada en “ataques con drones de largo alcance».
“Starlink no estaba destinado a participar en guerras. Fue para que la gente pudiera ver Netflix y relajarse, conectarse a internet para la escuela y hacer cosas pacíficas, no ataques con drones».
También planteó una tregua entre bandos y dijo que los ucranianos y los rusos están muriendo «por ganar y perder pequeños pedazos de tierra», lo cual no vale la pena.
El año pasado, Musk causó enfado cuando propuso un plan para poner fin a la guerra que sugería que el mundo reconociera formalmente a Crimea como parte de Rusia y que se pidiera a los residentes de las regiones tomadas por Rusia que votaran a qué país querían pertenecer.
El ajedrecista ruso Garry Kasparov dijo que el plan era una «idiotez moral».