Después de un “Vía Crucis” de más de 10 años de interminables gestiones para lograr la construcción de un segundo puente que conecte el municipio de Porongo con la Capital del departamento, hace unos días e inicios de esta semana, los vecinos de Porongo salieron a manifestar su protesta dirigida a las autoridades responsables (Gobernación y Alcaldía de Porongo) de viabilizar los trámites para la concreción de este viejo anhelo.
Un recorrido efectuado por el diario digital financiero www.newstime.bo da cuenta del caos vehicular en la zona. Rabia e impotencia se apoderan de la gente. Con la distribución de volantes y la exhibición de pancartas, con mensajes que delatan la clara desesperación y angustia de estos ciudadanos, tanto del área urbana como rural, por el trato discriminatorio y la percepción de acciones movidas por intereses subrepticios, que han venido obstaculizando esta solución necesaria e inequívocamente han demostrado a través de esta larga y triste historia, que la realidad es que no existe la verdadera voluntad de quienes tienen el poder de decisión para dar luz verde esta obra de urgente necesidad pública.
Esta extraña historia podría inscribirse como una enigmática novela del más prolífico escritor de la narrativa contemporánea. No es casual que, con diferentes argumentos, que son un verdadero insulto a la inteligencia humana, han venido postergando por muchos años el desarrollo de este olvidado girón de la Patria, por la falta de esta muy necesaria obra de interconexión que, paradójicamente beneficia también al desarrollo natural de la “Gran Ciudad” y no solamente a toda la comunidad porongueña.
Actualmente con muchos contratiempos se viene construyendo el puente paralelo o ampliación del puente Mario Foianini, que se constituye definitivamente en una solución parcial al grave problema existente, debido su ubicación y la limitación de sus vías de acceso y circulación en el área de influencia.
Por lo que es de imperiosa necesidad viabilizar con urgencia el inicio de un segundo puente ubicado en otro sector. Los proyectos existentes y de añejo tratamiento, son por un lado el puente “Bicentenario”, que ha sido paralizado por un problema legal en el contrato de construcción y por otro, el puente de “Urubó Village”, una obra privada de uso público, que desde hace 6 años espera la buena voluntad de las autoridades y se encuentra desde hace más de año con un trámite en curso para la obtención de la Licencia Ambiental.
La comunidad toda, muy desesperada, tomando en cuenta el enorme perjuicio general e injustificado y la amarga experiencia vivida en todos estos años, ya no está dispuesta a sufrir nuevas dilaciones y continuará exigiendo enérgicamente a las autoridades responsables la inmediata solución a esta penosa situación. Convencida plenamente de que lo único que hace falta es la voluntad política de quienes tienen en sus manos el poder de decisión y asumiendo que está obligada esperar aún dos largos y angustiosos años para la habilitación de esta muy esperada obra.
