Un nuevo informe del Banco Mundial difundido este 10 de abril refleja una menor previsión de crecimiento para Bolivia en lo que respecta a la gestión 2024, la cual apunta a un 1.4%, de acuerdo a lo reflejado en el documento ‘Competencia: ¿el ingrediente que falta para crecer’.
Asimismo, el organismo internacional recortó la previsión del país, que ahora está por debajo de la media de América Latina y el Caribe, que está en torno al 1.6% (la anterior estimación era de 2.3%).
En lo que respecta a Bolivia, el Banco Mundial había proyectado un crecimiento económico de 1.5% para la presente gestión en el mes de enero; sin embargo, la nueva cifra tiende a la baja.
En ambos casos, la cifra es inferior a las previsiones del Gobierno de Luis Arce Catacora que, según el Presupuesto General del Estado (PGE) 2024, apunta a un crecimiento del 3.71%.
Según el informe difundido este 10 de abril, todos los países de la región, con excepción de Argentina, Colombia y Ecuador, crecerán por encima de la previsión de Bolivia.
“América Latina y el Caribe ha llegado a una coyuntura crítica. Si bien en las últimas décadas ha logrado avances significativos en la estabilización económica, el crecimiento se ha estancado, lo que socava el progreso. Se necesitan medidas urgentes para revertir el rumbo”, advierte el organismo internacional.
Del mismo modo, refleja que muchos hogares se encuentran bajo presión debido a que las transferencias sociales están disminuyendo y los salarios aún no se han recuperado a los niveles de prepandemia.
“El bajo nivel de crecimiento, de manera sostenida, no es sólo una estadística económica, sino una barrera para el desarrollo. Se traduce en servicios públicos reducidos, menos oportunidades de empleo, salarios deprimidos y mayor pobreza y desigualdad. Cuando las economías se estancan, el potencial de su gente se ve limitado “, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Los factores detrás de estas cifras incluyen bajos niveles de inversión y consumo interno, altas tasas de interés y elevados déficits fiscales, la caída de los precios de las materias primas y la incertidumbre en las perspectivas de socios importantes como Estados Unidos, China, Europa y otros países del G7, en un escenario global adverso, marcado por tensiones geopolíticas.
En Bolivia, en diferentes ocasiones, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, apuntó que el Estado muestra estabilidad y la economía arroja uno de los mejores resultados a escala regional, pese a un contexto internacional adverso.