Producción agrícola creció 11% y pecuaria 5%, pese a las adversidades climáticas de 2023

La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), en la evaluación de 2023 en el departamento de Santa Cruz, registra una producción agrícola que creció el 11% en 2023, principalmente por rendimientos favorables en las campañas de verano 2022/2023 e invierno de 2023. El sector pecuario creció en 5% con respecto a 2022.
Entre las perspectivas de siembra para la campaña de verano 2023/2024, inicialmente se proyecta una superficie de 1,7 millones de hectáreas en los 7 cultivos principales, incluido el cultivo de caña, lo que significaría un incremento de 3,27% con respecto a la campaña de verano 2022/2023. Considerando la superficie por tipo de cultivo se observa que el sorgo aumentaría un 16,56%, sésamo un 9,09%, arroz 3,70% y soya un 3,61%, mientras que el cultivo de maíz disminuiría un 2,91% con respecto a la anterior campaña de verano.
José Luis Farah, presidente de la institución de productores, brindó el informe tratando de sintetizar las actividades desarrolladas junto a los directores de los subsectores que conforman la CAO. Fue en el salón Chané de la Feria Exposición de Santa Cruz (Fexpocruz).
“Informamos que, por motivos de la sequía, la campaña de verano 2023/2024 donde se cultivan más de 3 millones de hectáreas en todo el territorio nacional, se encuentran demorada y con el riesgo de no completar la siembra, ya que en los próximos días se cierra la ventana de siembra oportuna para un alto porcentaje de zonas, esto puede generar dificultades en el abastecimiento de alimentos para 2024”, advierte Farah.
El líder agropecuario insiste en el mensaje que los factores climáticos adversos son recurrentes y el acceso a tecnología de última generación en maquinaria, equipos, insumos y genética son fundamentales para mitigar estos efectos. También es básico la seguridad jurídica que cada día es más frágil por todos los acontecimientos relacionados con la toma de tierras.

“Como productores, seguimos trabajando porque nuestro compromiso es abastecer de alimentos a la población nacional y generar empleos”, dice.
Farah también reitera que el sector agropecuario es el que puede dinamizar y apuntalar la reactivación la economía nacional durante las campañas agrícolas, por la alta generación de trabajo para hombres y mujeres.
Puntualiza que el proceso de saneamiento lleva más del 92% de avance, los productores medianos y grandes solo cuentan con el 16% de la tierra titulada, la pequeña propiedad llega a un 11% y “pese a que somos la minoría en acceso a la tierra, seguimos dando seguridad alimentaria a la población y nos convertimos en el principal aportante de divisas para el país”.
“Las autoridades competentes se jactan en decir que en el último tiempo han distribuido de forma comunitaria más de 1,7 millones de hectáreas, y la pregunta es ¿qué producen esas tierras? La superficie cultivada nacional no creció a ese ritmo; todo lo contrario, en el último tiempo se desaceleró el crecimiento del área cultivada”, afirma Farah.
“Si en los últimos 18 años se entregó esa cantidad de tierras y además se ha destinado bastantes recursos al área rural en diversos programas de Gobierno, ¿por qué es el periodo donde más gente abandonó el campo?”, prosigue.
Detalla que el sector agropecuario de Santa Cruz consume el 13% del diésel que se utiliza en el país, y a nivel nacional el agro utiliza tan solo el 16% del total. “Esperamos que haya continuidad en el abastecimiento para no tener complicaciones en la producción de alimentos”, enfatiza.
El máximo dirigente productor de los cruceños critica las restricciones a las exportaciones y al acceso de tecnología de última generación, con el argumento de proteger a la población y contradictoriamente a la política proteccionista celebran el ingreso de Bolivia al Mercosur. “No tenemos miedo (al acceso al bloque internacional), pero en la práctica nos meten a competir en carretón, cuanto los otros cuatro países tienen coches modelo 2024”, grafica Farah. Y eleva el requerimiento que es una exigencia: condiciones adecuadas.
Posteriormente en el amplio y extenso informe, en el apartado de los indicadores agropecuarios, explica que la actividad agrícola en el periodo 2014 a 2023, se puede observar dos estados del sector, el primero abarca de 2014 a 2018, donde la superficie cultivada permaneció estancada en un promedio de 2,4 millones de hectáreas y la producción en un promedio de 12 millones de toneladas, mientras que en el segundo estado de 2019 a 2023 la superficie cultivada en promedio fue de 2,8 millones de hectáreas y la producción de 15,9 millones de toneladas.

Este crecimiento en el área cultivada de los últimos cinco años, se puede explicar por la subida de precios ocurrida en los años 2021 y 2022, que generó expectativas en los productores, además el factor climático, exceptuando la actual campaña de verano, fue mayormente favorable, aunque con sus complicaciones los rendimientos registraron una leve mejora.
Así mismo el rubro de frutas de verano, en la gestión 2023 ha sido afectado por la sequía que se ha prolongado hasta el presente mes de diciembre, ocasionando una afectación aproximadamente de entre 30 y 40% en los cultivos de dicho rubro, entre los que se puede mencionar, el achachairú, la manzana y la uva, entre otros.
En la gestión 2023, el área cultivada consolidada fue de 3,1 millones de hectáreas, lo que significó el incremento de un 5,72% comparado con el año 2022.
Campaña de Verano
Las condiciones climáticas para los cultivos correspondientes a la campaña de verano 2022/2023, fueron mayormente favorables, siendo el sorgo, maíz y arroz los cultivos con mejor desempeño de la campaña.
Los cultivos que registraron un incremento del área cultivada fueron: el sorgo un 24,56%, Maíz un 7,51% y soya un 6,44%, mientras que la caña se redujo un 2,94%, y el arroz y sésamo no registran variaciones. En la campaña de verano 22/2023 el área cultivada fue de 1,65 millones de hectáreas, lo que significó un incremento de un 5,48% comparado con el verano de 2021/2022.
Los rendimientos en la campaña de verano 2022/2023, exceptuando la soya y el algodón, se ubicaron por encima de los rendimientos obtenidos en 2021/2022, donde el sorgo aumentó su rendimiento un 31,54%, el maíz un 14,63%, el arroz un 9,38% y la caña un 5,12%, mientras que el sésamo no registra variaciones y el algodón redujo su rendimiento un 5,40%, así como la soya que redujo un 2,02%.
En cuanto a la cantidad producida en la campaña de verano 2022/2023 fue de 12,84 millones de toneladas, que, frente a los 12,20 millones de toneladas obtenidas en 2021/2022, significó un incremento de un 5,27%.
Campaña de Invierno. Al igual que en la campaña de verano, el factor climático en la campaña de invierno fue mayormente favorable para el buen desempeño de los cultivos en general, que sumado a un incremento de un 6% en el área cultivada consolidada, dio un gran impulso a la producción que se incrementó un 76%.
En la campaña de invierno 2023, el cultivo que incrementó en el área cultivada fue el sorgo con un 333,93%, mientras que el resto registra una disminución, en el caso de la chía de un 34,14%, maíz un 32,96%, trigo un 20,12%, girasol un 3,02% y soya un 1,94%. El área consolidada fue de 1,26 millones de hectáreas, que, comparado con las 1,18 millones cultivadas en 2022, significa un incremento de un 6,28%.
Los rendimientos en general para la campaña de invierno 2023, registraron un buen desempeño comparado con la campaña de invierno 2022, siendo el maíz el mejor posicionado con el incremento de un 93,23%, seguido por el sorgo con un 89,99%, luego la chía con un 84,59%, el trigo con un 64,34%, la soya un 37,22% y por último el girasol con un 10,26%.

El incremento significativo en el rendimiento, compensó la reducción del área sembrada que registraron la mayoría de los cultivos, con lo cual se logró incrementar la producción un 76,51%, pasando de 1,66 millones de toneladas en 2022 a 1,91 millones en 2023.
Siendo el cultivo de sorgo el que registra el mayor incremento de producción con un 154,46%, seguido por la soya con un 34,56%, el trigo un 31,27%, el maíz un 29,54%, chía un 21,57% y el girasol un 6,93%.
Maíz y Sorgo. En la gestión 2023, la producción consolidada de maíz fue de 567 mil toneladas, registrando un incremento de 25%, comparado con la gestión 2023, impulsado por un incremento en los rendimientos de un 36% en promedio. Por su lado la producción de sorgo fue de 1,74 millones de toneladas, lo que significó un incremento de un 144% comparado con la gestión 2022, empujado por el incremento en el área cultivada de un 33% y en los rendimientos de un 83% en promedio.
En 2023 el precio promedio anual del maíz fue de Bs. 75 el quintal, un 14% menos que el promedio de 2022. Durante la gestión 2023, el precio registro una tendencia descendente, aunque en el mes de diciembre nuevamente se prevé una subida. Iniciando enero con el precio promedio más alto de Bs. 96 el quintal, bajó gradualmente al precio promedio más bajo de Bs. 60 el quintal en el mes de julio, para subir levemente a un precio de Bs. 66 el quintal los meses de agosto y septiembre, bajando a Bs. 65 el quintal los meses de octubre y noviembre, iniciando una nueva subida durante la segunda semana del mes de diciembre con un precio de Bs. 70 el quintal.
El precio del sorgo, al igual que el maíz registró una tendencia descendente, aunque más acentuada, con un precio promedio anual de Bs. 56 el quintal, un 27% menos que el promedio de 2022. Iniciando el mes de enero y febrero con el precio promedio más alto de Bs. 83 el quintal, bajó gradualmente al precio más bajo de Bs, 38 el quintal los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, para subir el mes de noviembre a Bs. 40 y el mes de diciembre a Bs. 42 el quintal.
Caña de azúcar. El cultivo de caña de azúcar en la gestión 2023, se redujo un 1,23% comparado con la superficie cultivada de 2022, debido principalmente al factor climático y las bajas expectativas de los productores cañeros. La zafra azucarera, se desenvolvió con algunos sobresaltos por el problema en el suministro de diésel, que retrasó el normal desarrollo de las actividades cañeras, mientras que las condiciones climáticas fueron mejorando durante el desarrollo de la zafra.
Según inspección de campo realizada por OTAI (Organización de Técnicos de la Agroindustria), indica que los cultivos de caña se han desarrollado de forma normal, por lo cual, el estado de la caña es excelente, favoreciendo con ello el incremento en el rendimiento de un 5,12% comparado con la gestión 2022. En la gestión 2023, el precio del azúcar registra una tendencia horizontal a lo largo del año, donde el precio prácticamente no registró variaciones.
Oleaginosas. En la gestión 2023, los cultivos oleaginosos en conjunto registraron un incremento en el área cultivada de un 3,42% comparado con el año 2022, mientras que la producción se incrementó un 7,00%, debido principalmente a una mejora en los rendimientos, tanto en la campaña de verano, como la campaña de invierno. El cultivo de Soya, en la gestión 2023 (considerando ambas campañas, verano e invierno), registró un incremento de un 7,03% en la superficie cultivada en comparación con la gestión 2022, en tanto que los rendimientos promediaron 2,05 toneladas por hectárea, un 2,73% por encima de lo obtenido en la gestión 2022.
El incremento del área cultivada y los rendimientos obtenidos, propiciaron un incremento de la producción de un 7,03%, pasando de 3 millones de toneladas en 2022, a 3,2 millones de toneladas en 2023.
En 2022, al precio promedio anual del grano de soya fue de $us. 416 la tonelada, un 7,45% menos que el precio promedio de 2022. Iniciando enero con el precio promedio mensual más alto de $us. 489 la tonelada, bajó gradualmente al precio promedio más bajo de $us. 359 la tonelada el mes de octubre, para subir el mes de noviembre al precio de $us. 366 la tonelada.
El Girasol en 2023 redujo su área sembrada un 3,02% comparado con 2022, llegando a 161.080 hectáreas, mientras que el rendimiento se incrementó un 10,26%, lo que empujó la producción que alcanzó las 185.122 toneladas, un 6,93% más que en 2022.
Respecto al precio del girasol, el promedio anual fue de $us. 294 la tonelada, un 29% menos que el promedio de 2022. En el transcurso de la campaña 2023, la tendencia fue levemente descendente, con un precio de $us. 297 la tonelada en el mes de septiembre, bajó a $us. 291 la tonelada el mes de octubre y subió a $us. 295 la tonelada el mes de noviembre.
El cultivo de Sésamo, en 2023 alcanzó un área sembrada de 22.000 hectáreas, similar a la superficie cultivada en 2022. Así mismo el rendimiento obtenido fue de 0,48 toneladas por hectárea, similar al rendimiento de la gestión 2022. Y una producción de 10.560 toneladas.
Arroz. El cultivo de arroz en 2023 registra un área sembrada de 135.000 hectáreas, similar al área sembrada en 2022. Mientras que el rendimiento promedio se incrementó un 57,50%, volviendo a niveles de 2021, luego de la baja registrada en 2022. Por su lado la producción se incrementó un 57,50%, obteniendo 472.000 toneladas de arroz, gracias al incremento del rendimiento.
En la gestión 2023, el precio del arroz en chala registro una tendencia descendente, durante el primer semestre se cotizó en $us. 50 la fanega, bajando en el mes de agosto a $us. 49 y el resto del año a $us. 48 la fanega. El precio promedio anual fue de $us. 49 la fanega, un 2,96% por debajo del precio promedio de 2022.
Trigo. El área cultivada de trigo en la gestión 2023 fue de 94.630 hectáreas, un 20,12% menos que la superficie sembrada en la gestión 2022. En cuanto a los rendimientos, luego de registrar una baja por tres años consecutivos, en 2023 se registra un incremento de un 64,34% comparado con 2022, pasando de 0,87 en 2022 a 1,44 toneladas por hectárea en 2023, compensando en parte la reducción del área cultivada, alcanzando una producción de 136.015 toneladas.
El precio del trigo en la gestión 2023 registra una tendencia descendente, iniciando el mes de enero con el precio de $us 450 la tonelada, subió al precio promedio más alto de $us 454 la tonelada el mes de febrero, para bajar gradualmente hasta el precio más bajo de $us 387 la tonelada el mes de septiembre. El precio promedio anual fue de $us 423 la tonelada, el nivel más alto desde que se tiene registros.
Algodón. El rubro algodonero en la gestión 2023 alcanzó las 3.000 hectáreas cultivadas, similar al año 2022, y aún continúa con la crisis que viene arrastrando desde hace dos décadas. En cuanto a los rendimientos, se registra una disminución de un 5,40%, pasando de 0,68 en 2022 a 0,64 toneladas por hectárea en 2023, con lo cual la producción se redujo un 5,40%, alcanzando una producción de 1.920 toneladas de fibra. En este sentido la recuperación del sector algodonero está en función del uso de biotecnología y apertura de nuevos mercados.
Actividad pecuaria
Ganadería de carne. Santa Cruz, contó con un crecimiento de 3,6% en el año 2023, con un hato ganadero total de 4.952.347 cabezas (45% del País), en tanto que el hato ganadero nacional fue de 10.762.474 de cabezas, con un crecimiento de 3,4% (todo esto por estimación propia); es importante resaltar que la “población humana” boliviana tiene un crecimiento de 1,4% anual: a la que el crecimiento bovino más que duplica, lo que expone evidencia de satisfacción del mercado nacional.
Razas Especializadas en Santa Cruz. En producción de carne, predominan las razas: Nelore, Nelore Mocho, Brahman, Criollo y Brangus. Otras razas son: Senepol, Tropicana, Braford, y Angus. En producción de leche: Gir, Pardo Suizo, Gir-Holando, Holstein y Jersey.
El precio promedio del ganado vivo. En la categoría de “ganado de consumo”, provenientes de centros de remate de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el precio vivo promedio fue: en el año 2021 Bs. 9,7; en el año 2022 Bs. 10,2; y en el año 2023 Bs. 10,7 (a noviembre).
Aclarar que estos datos son promedios de diferentes edades, raza y sexo del animal. El precio promedio mayorista de la carne bovina gancho o carcasa (CAO), en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra ha tenido estabilidad los últimos tres (3) años, con un promedio de Bs/kg de: 21,3 (Año 2021), Bs 22,8 (Año 2022) y se mantiene a Bs 22,8 el año 2023.
Peso carcasa por cabeza de ganado faenado, Santa Cruz, presentó una importante mejora desde los últimos cuatro años. Para el año 2022, la carcasa promedio se estimó en 201,9 kg (INE, MDRyT). La exportación de carne hasta septiembre del 2023 fue de 17.341 toneladas equivalente a 86,7 millones de dólares.
El potencial de producción de carne bovina en Bolivia, genera un excedente exportable de 129,3 mil toneladas de carne carcasa, mientras que la carne deshuesada llega a 83,7 mil toneladas, para el 2023, luego de satisfacer la demanda nacional, de modo que, poner cupos a la exportación implica dejar un remanente de ganado vivo sin faenar (Fegasacruz).
Es importante aclarar que los excedentes exportables de carne, representan el 5,6% del faenado nacional (MDPyEP), lo que implica que el gran mercado para la carne es el consumo dentro de Bolivia. Sequía, el fenómeno natural que más impactó en la gestión 2023, fue la sequía por las bajas precipitaciones pluviales, acentuadas en municipios del Chaco, Valles, y Chiquitania, sin embargo, las medidas preventivas, ejecutadas por una parte de ganaderos, como la cosecha de agua, siembra de forraje y obtención de heno, evitaron en cierta parte la mortandad de ganado y se ha podido reducir las pérdidas.
Otro aspecto que afectó el normal desarrollo de la ganadería fueron los paros y bloqueos, que de manera recurrente han impedido el libre desplazamiento de los productores ganaderos a los 56 municipios del departamento de Santa Cruz.
Ganadería de leche. Un año atípico el 2023, porque en el primer semestre del año se tuvo precios de los granos altos, sobre todo el maíz que oscilo entre los Bs. 94 y Bs. 75 por quintal, mientras que el sorgo registró precios superiores a los Bs.80 por quintal. En el caso del maíz, nuevamente Emapa generó un precio de expectativa de Bs.110/qq, aspecto que distorsionó el mercado en los primeros meses del año.
El segundo semestre, los precios de los granos se estabilizaron mitigando los elevados costos de producción de leche. La sequía por tercer año consecutivo afecta las labores culturales de los cultivos forrajeros, la oscilación de los precios internacionales de la leche registrados a mediados de año, también juega en contra sobre la certidumbre que necesitan los productores para continuar produciendo.
Otro factor que impactó sobre la producción, fue la inestabilidad en la oferta de cascarilla de soya, dos de las principales industrias oleaginosas, mantuvieron parada la producción en el último trimestre del año, disminuyendo la oferta para los productores agremiados en un 50%.