IBCE propone 5 medidas urgentes para que haya más dólares y regularizar la situación a corto plazo
Ante la baja disponibilidad de dólares en el sistema financiero y la incesante subida del costo de la divisa en el “mercado negro” que suplantó al “mercado paralelo”, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, lanzó la voz de alerta sobre la urgente necesidad de medidas por parte de los Órganos Ejecutivo y Legislativo para evitar la asfixia económica de sectores productivos y comerciales que usan el dólar para comprar mercaderías y servicios en el exterior.
«La preocupación es evidente, crece la incertidumbre en quienes importan productos o contratan servicios en el exterior, ya que el dólar cuesta más y escasea; si no se regulariza esta situación, no solo los importadores sino los sectores agropecuario, forestal, industrial, farmacéutico, comercial y exportador, se verán muy afectados a cortísimo plazo, pudiendo bajar su actividad y hasta dejar de operar, ya que los stocks están llegando a niveles de riesgo con la indeseable consecuencia de la elevación de costos, precios, escasez e inflación, todo lo cual podría impactar sobre una caída del empleo y del crecimiento del PIB: Cerca del 85% de lo importado son insumos, bienes de capital, equipos de transporte y combustibles, imposible de dejar de comprar”, informó en conferencia de Prensa en la ciudad de La Paz.
Las exportaciones bolivianas cayeron poco más de 2.800 millones de dólares en 2023 (sin reexportaciones ni efectos personales) y se dio un déficit comercial de casi 700 millones de dólares luego de 3 años de superávit, lo que explica la baja de la circulación del dólar en el país.
“Para precautelar la estabilidad del país, como un patrimonio de todos los bolivianos; para que el crecimiento no se detenga y suba, más bien, con mayores exportaciones, generemos más divisas y empleos sostenibles; para que mañana no falte el diésel y la gasolina que importamos y pagamos con dólares; para que retorne la confianza y la certidumbre, algo vital para poder invertir y, para que mejore nuestra calificación de riesgo, quiera Dios que sean escuchadas estas recomendaciones que realizamos por el bien del país: La consigna público-privada debe ser, aumentar con urgencia la oferta de dólares en el mercado”, concluyó Rodríguez.
¿CÓMO AUMENTAR LA OFERTA DE DÓLARES?
Para el IBCE, si se quiere evitar la “crisis” que tanto se teme, como si ya fuera una realidad, aunque en realidad se podría precipitar a cortísimo plazo, urge tomar las siguientes 5 acciones a fin de aumentar la oferta de dólares en el país:
1) Liberación absoluta de cupos de exportación e impulso a la exportación no tradicional, en sectores de inmediata reacción (agropecuario/agroindustrial, forestal/maderero, turismo) a través de una gran concertación con el sector exportador, como generador idóneo de divisas
2) Eliminación del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), considerando que castiga innecesariamente el uso de divisas y desalienta el uso de dólares en el sistema financiero
3) Permitir la libre venta de dólares en el mercado paralelo, hoy inexistente, para romper con el proceso especulativo del “mercado negro” derivado de la persecución a los “cambistas” que siempre canalizaron dólares en un mercado abierto y competitivo, que hoy no existe
4) Aprobación de créditos externos en la Asamblea Legislativa Plurinacional y que el Gobierno recurra a organismos multilaterales con la finalidad de recibir apoyo financiero
5) Que el Banco Central de Bolivia (BCB) emita bonos en dólares a una tasa atractiva, bajo un seguro financiero, con la garantía del Estado, para subir las Reservas Internacionales Netas, atraer capital externo, así como parte de los 10.000 millones de dólares que están fuera del sistema, según informó Marcelo Montenegro, ministro de Economía y Finanzas Públicas.
Entre tanto, Rodríguez recordó que en abril del 2023 ya el IBCE propuso 5 recomendaciones para generar un “shock financiero” y subir la oferta de dólares en Bolivia; además, un “shock de confianza” con políticas públicas para dar sostenibilidad a ello a través de una Agenda Público-Privada, apuntando a evitar, precisamente, el escenario de escasez relativa del dólar que vive el país.