Petróleo&Minería

La demanda mundial de petróleo seguirá en aumento hasta 2028

A medida que la transición energética se acelera, con normas de eficiencia más estrictas, aceleración de la penetración de los vehículos eléctricos y cambios estructurales en la economía, la demanda de combustibles fósiles para automóviles debe alcanzar máximo, seguida de otros combustibles para el transporte. El mayor uso del gas natural y las fuentes renovables para generar electricidad también hará mella en el consumo de petróleo. Adicionalmente, la demanda se está viendo reducida por el trabajo en el domicilio y mayor uso de videoconferencias en economías avanzadas. Así que, según la Agencia Internacional de la Energía el máximo en consumo de combustible para automóviles se va a dar este 2023 y en combustibles para otros transportes para 2026.

En concreto, para 2028, los vehículos eléctricos representarán más de una cuarta parte de 26 millones de ventas totales de automóviles y en 2022-2028 se habrá reducido el consumo de gasolina en 2,3 millones de barriles/día y de diésel en 0,6 millones. Además, es probable que más de la mitad de vehículos eléctricos se venda en China, el mayor emisor de CO2. En todo caso, la eficiencia en el uso de combustible probablemente tenga mayor impacto en la menor demanda de petróleo. Por otra parte varios países, entre ellos Arabia Saudita, Kuwait e Irak, cuentan con ambiciosos planes para dejar de depender de las centrales eléctricas alimentadas con petróleo.

El caso es que es probable que el consumo total de petróleo siga creciendo hasta 2028 por expansión de la demanda de productos petroquímicos, que puede representar más del 40 % de dicho aumento. Además, aunque es probable que el uso de petróleo se contraiga en los países avanzados, la demanda mundial puede verse impulsada por el crecimiento en las economías en desarrollo, especialmente Asia, donde la India puede superar a China como principal fuente de dicho aumento para 2027.

Demanda global de combustibles
Demanda global de combustibles

A más corto plazo, en 2024, la demanda mundial puede aumentar en 1,5 millones de barriles/día, en comparación con dos millones de 2023, por un menor crecimiento del PIB real mundial que prevemos que sea 2,8% frente a 3% de 2023. Esta cifra incluye una contracción de la demanda de economías desarrolladas en 0,2 millones de barriles/día para un crecimiento de su PIB real de 1% y los efectos de la transición energética. Pero el crecimiento del PIB en las economías emergentes puede ser 4,1% en 2014 y su demanda de petróleo aumentar en 1,7 millones de barriles/día, frente a 1,5 millones de barriles/día de 2023. La salud de la economía en China va a ser clave, con efectos en el resto de Asia y en América Latina. De momento las medidas de sus autoridades para reactivar el impulso económico son alentadoras. Es probable que el apoyo fiscal dé un respiro a sus Gobiernos locales, mejore la confianza de los hogares y apoye la inversión local. También puede estabilizar su sector inmobiliario y que este sea un lastre menor en 2024.

En cuanto a la oferta, esperamos que la OPEP+, a pesar del vacilante cumplimiento de recortes voluntarios, siga limitando su producción. Al cártel le interesa evitar situaciones como las de diciembre de 1998, cuando el barril de Brent cayó por debajo de diez dólares/barril. Además, es probable que los países no pertenecientes a OPEP+ añadan 1,3 millones de barriles/día en 2024 –EEUU 450.000; Brasil 280.000; Guyana 210.000; Canadá 180.000 y Noruega 170.000-. Este aumento no será suficiente para la demanda adicional de 1,5 millones de barriles/día prevista. De hecho, los 450.000 barriles/día de EEUU suponen una drástica reducción respecto a 1,3 millones de aumento en 2023. Hay que tener en cuenta que la disciplina de inversión de las empresas estadounidenses ha mejorado, siendo poco probable un repunte rápido y significativo de su producción. Aun así, la producción de países no pertenecientes a OPEP+ posiblemente aumente progresivamente en 2024 hasta máximos hacia finales de año. El suministro adicional puede sobre todo provenir de proyectos en aguas profundas en Brasil y Guyana y en menor grado esquisto estadounidense. Así que para finales de 2024 esperamos exceso de oferta mundial de petróleo.

De manera que el precio del barril de Brent puede mantenerse cerca de 90 dólares durante el primer semestre de 2024 por demanda en economías emergentes, lideradas por China, pero durante el año es probable un ligero exceso de oferta que lleve el precio hacia los 80 dólares. Incluso habría que revisar a la baja esta previsión en el caso de que la oferta de los países no pertenecientes a la OPEP+ sea mayor y más pronto de lo esperado o que el crecimiento económico en China resulte ser más débil.

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