Anuncian paralización programada en planta de Urea y Amoniaco
En junio de este año, se tiene previsto una paralización programada de la planta de Urea y Amoniaco para realizar un mantenimiento a las factorías que componen el complejo, emplazado en el municipio de Bulo Bulo, Cochabamba. La finalidad de esta acción es para incrementar su producción en un 85%.
El viceministro de Industrialización, Comercialización Transporte y Almacenaje de Hidrocarburos, William Donaire, informó que la paralización no afectará la comercialización de la urea en el mercado interno y externo.
“Esta panta funciona todo el año, pero en algún momento tiene que hacerse un mantenimiento a sus equipos, eso es lo que va a pasar y eso es lo que vamos a hacer para aumentar nuestra producción, va a pasar de 70% a 85%, 86% y porque no, llegar al 90%”, informó en entrevista al programa La Tarde En Directo de ERBOL.
En septiembre del pasado año se reanudó la producción de urea, tras haber sido afectada por varios problemas administrativos y con la misma planta durante la anterior administración de Jeanine Añez que afectó su producción.
De hecho, Donaire recordó que solo había unos 30 a 50 trabajadores en ese entonces que no alcanzó a cubrir el funcionamiento de la planta.
Actualmente en la planta de Urea y Amoniaco se producen 1.600 toneladas métricas (TM) por día, del cual, un 15% se destina al mercado interno como los productores de soya y caña de azúcar mientras que el resto al mercado externo asegurado como Perú, Brasil, Argentina y Paraguay.
Para este año, se tiene previsto que se produzcan 550.000 TM y si lo precios se mantienen entre $us 900 a $us 950 la TM, se perfila que se pueda alcanzar a los $us 480 millones anuales de ingresos para la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
La planta inició sus operaciones en diciembre de 2017, con una inversión cercana a los $us 1.000 millones, pero a consecuencia de la crisis de 2019, tuvo que ser paralizada.
Desde que el actual Gobierno se implementó un plan de reactivación que contempló la adquisición de insumos químicos, maquinaria, repuestos y reparación de equipos críticos como el turboexpander, la turbina 101 JGT, el generador de nitrógeno, habilitación de calderos, entre otros.