𝗟a unión hace la fuerza – espíritu e identidad del ser cruceño
Basta colocar las palabras “solidaridad” y “campaña” en un buscador de internet para encontrar decenas de enlaces que nos llevan a campañas solidarias que se realizan casi a diario en Santa Cruz. Desde las más pequeñas que pueden estar organizadas por un grupo de amigos a favor de un compañero ya sea enfermo, accidentado o que esté atravesando una difícil situación económica; hasta aquellas más organizadas y complejas como las campañas “Caminando por la Vida”, “Programa Manitos Bolivia”, ”Fundación Síndrome de Down (Fusindo)”, “Yo Amazonia”, “Santa Cruz sin hambre”, y muchas otras más, con decenas de metas y objetivos nobles.
“Es ley del cruceño la hospitalidad” es la frase que asumimos como sello identitario todos los que vivimos en tierras grigotanas y que nos miramos a diario en el espejo de la cortesía y la tolerancia para con el foráneo, así como en la búsqueda de apoyarnos unos a otros para paliar las dificultades y vicisitudes de la vida.
Es impresionante como las personas en Santa Cruz se unen para actuar como una sola fuerza ante un objetivo común ante toda convocatoria o campaña solidaria, así como ante las causas que son en beneficio de nuestra región.
Los cruceños somos una sociedad de espíritu solidario donde el dolor del otro es compartido y los problemas de los otros no nos son indiferentes porque se socializan en el franco apoyo que es el sentido comunitario de que todos somos más que uno y que el concurso y aporte de todos es nuestra fortaleza y la mejor expresión de una conciencia social que no usamos como propaganda o consigna, sino como una acción concatenada a hechos concretos que son un aporte real de «todos para uno» y lógicamente de la»unión hace la fuerza» Nos reunimos en kermeses, recaudación de fondos por internet y un sinfín de mecanismos, convirtiéndose la solidaridad del cruceño en un rasgo de identidad con conciencia social. Esas acciones colectivas son esenciales para cuidarnos unos a otros y son las que permiten reforzar la tan necesaria identidad y conciencia colectiva del estante de de esta tierra bendita.
Reaccionamos de manera comunitaria ante problemas personales o de familias de nuestra comunidad así como también ante situaciones que requieren de mayor organización y de servicios especializados como las operaciones a niños con labio leporino, prótesis óseas, niños con quemaduras etc. Hoy por hoy Santa Cruz cuenta con el concurso de sus instituciones sociales, políticas y económicas, desde sus juntas vecinales, comité cívico, brigada parlamentaria, bancos, hoteles, cámaras de empresarios, cooperativas de servicios y empresas que se unen sin miramientos para desarrollar grandes campañas de solidaridad.
Muchos consideran que, debido al crecimiento exponencial de Santa Cruz, tanto en población como en vivienda, la solidaridad social puede ir en descenso; pero basta ver la respuesta que la sociedad cruceña da de inmediato a cualquier campaña de solidaridad para constatar que ocurre todo lo contrario y que ahora que somos una gran ciudad el semejante, el otro siguen siendo importantes y destinatarios de apoyo.
No importa la situación, cuando se trata de ayudar o apoyar al prójimo, generar el bien común y el amor por los demás, incluidos los animales o la naturaleza; la solidaridad del cruceño aflora como un elemento innato de su espíritu, como un rasgo de identidad, un espíritu que trasciende cualquier tipo de diferencia o asimetría y que grita estamos aquí para mirarnos y apoyarnos.
La solidaridad social integra a todos sin exclusiones, sin importar el barrio, la zona, es una acción que refleja no sólo hospitalidad, sino también el sentimiento de libertad, justicia y cooperación especialmente con los más vulnerables o los marginados. Toda campaña de solidaridad es integradora e integra a los cruceños sin distinción.
Las cooperativas, modelo único de solidaridad, son en tierras cruceñas un modelo de desarrollo y de prestación de servicio que nació de nuestra horfandad y abandono y que hoy por hoy es admirado y reconocido a nivel mundial por la eficiencia y capacidad de generar también otros servicios de responsabilidad social.
El modelo cooperativo cruceño es un modelo de trabajo solidario que es imitado en el mundo entero por sus grandes resultados alcanzados y que plasma los principios de la decisión de asociarse para superar el ostracismo.
El sistema cooperativo implementado en Santa Cruz desde el siglo pasado ha sido ampliamente exitoso porque ha servido para brindar servicios básicos, como agua, alcantarillado, telefonía, electricidad, salud y otros que fueron nuestra forma de salir del abandono de los gobiernos centralistas que nunca miraron a nuestras tierras sino como canchon de desecho.
El modelo cooperativo cruceño no solo han sentado las bases del desarrollo cruceño en base a la solidaridad, sino que además ha permitido descubrir valores que han impulsado el camino del progreso y la modernización que, en definitiva, han concretado que sea un modelo exitoso en el marco del Estado boliviano así como a nivel internacional.
En lo político la unión también siempre fue nuestra mejor respuesta a las amenazas venidas de élites nacionales y partidos políticos que se ocuparon de obstruir la participación y gravitación de representantes cruceños a nivel de gobierno, la unión nos ha permitido luchar en favor de nuestros derechos siempre amenazados. Nuestro espíritu de unidad, más allá de las diferencias, nos ha llevado a decisiones tomadas en cabildos y al espíritu de acatar ese sacrificio y esfuerzo de todos para no dejarnos oprimir ni marginar, como ha sido la intención de las castas políticas y de gobierno que se creen dueñas para siempre del manejo del estado boliviano.
Todavía nos queda un largo camino para recorrer pero «yo cruceña» apeló a no perder este espíritu, este sello de identidad que debe seguir siendo un fuego interior, un mandato más fuerte que cualquier contrariedad.
Todos podemos construir una mejor sociedad y para construir el TODO siempre tendremos que pasar sobre diferencias y resignar algo de individualidad en aras del bien común.
¡Siempre libres cruceños seamos!
Por Centa Rek López
Senadora Nacional
