Mundial de Qatar 2022: Inglaterra logra la primera goleada de la Copa del Mundo con un 6-2 frente a Irán en un estadio con butacas vacías
¿Cómo podemos definir el partido de Inglaterra vs. Irán del grupo B del Mundial de Qatar disputado en el estadio Al Kalifi?
Muy fácil para los ingleses dirigidos por Gareth Southgate.
Cuando apenas iban 40 minutos del primer tiempo (incluidos los 15 minutos que estuvo suspendido el juego por la lesión del portero iraní) Inglaterra ya había marcado tres goles.
Jude Bellingham, Bukayo Saka y Raheem Sterling marcaron para los llamados Tres Leones. Y, en el segundo tiempo, Saka repitió en el marcador, Marcus Rashford, que apenas había ingresado segundos antes, puso el quinto y Jack Grealish, uno de los estelares del Manchester City, puso el sexto en el tablero.
El delantero del FC Porto Mehdi Tarami marcó los dos goles de Irán.
Sin embargo, aunque en el papel de las estadísticas parece un partido aburrido, fue un encuentro bien mundialista: lesiones, gestos políticos y de nuevo, sillas vacías (se reportaron problemas en la entrada con las entradas) en las tribunas.
Un partido de seis goles
El inicio del partido estuvo lleno de mensajes políticos, a pesar de estar prohibidos por el reglamento de la FIFA.
Comenzaron los iraníes: en los actos de protocolo se negaron a cantar el himno de su país (que es un canto alabotorio a la Revolución Islámica de 1979), como claro signo de apoyo a las protestas que ocurren en Irán contra el gobierno que ya han dejado, de acuerdo a algunos organismos internacionales, cerca de 400 personas muertas.
Acto seguido, segundos antes de que el árbitro brasileño Rafael Claus (gran candidato a dirigir la final del 18 de noviembre si Brasil no llega), los jugadores ingleses se arrodillaron como lo vienen haciendo en la Premier League para protestar por los abusos raciales alrededor del mundo.
Tras todo esta carga de emociones, el partido comenzó y fue favorable con las predicciones: dominio de Inglaterra y aguante de los iraníes.
Pero en un Mundial donde se está viendo de todo, la primera lesión grave la sufrió el portero iraní Alireza Beiranvand se estrelló de frente con un compañero a los cinco minutos.
El partido se detuvo durante 15 minutos hasta que el arquero fue reemplazado por Hossein Hosseini.
Y afianzó lo que parece ser una maldición inglesa: tres de los cuatro porteros sustituidos en los primeros 20 minutos en un partido por la Copa del Mundo han sido ante Inglaterra (Villar con Paraguay en 2006, Hassen con Túnez en 2018 y Beiranvand hoy).
Entonces, cuando Inglaterra había elegido la derecha para generar sus mayores opciones en el partido, en el minuto 34 una jugada por la izquierda terminó en un centro que cabeceó magistralmente la joven maravilla, y estrella del Borussia Dortmund, Jude Bellingham.
En el estadio Al Kalifa de Doha resonó la famosa melodía de los Beatles «Hey, Jude».
El equipo iraní dirigido por el portugués Carlos Queiroz no lograba mostrar la solidez defensiva que ya había mostrado frente a Argentina en Brasil 2014 y España y Portugal en Rusia 2018.
Y quedó en evidencia pocos minutos después: en un rebote, el extremo derecho del Arsenal Bukayo Saka marcó el segundo y el minuto 42, tras un desborde del delantero del Tottenham Hotspur Harry Kane, Raheem Sterling sentenció la historia.
El segundo tiempo: más de lo mismo, dominio inglés y resistencia iraní.
Saka volvió anotar a los 62 minutos. Pero finalmente Irán reaccionó y a través de su estrella Mehdi Tarami, logró descontar para los llamados «Leones de Persia».
Marcus Rashford, del Manchester United, puso quinto en el tablero y Jack Grealish, en un contundente contragolpe, setenció el partido en el minuto 88.
Sin embargo, como habíamos señalado, este partido tuvo de todo, incluso intervención del VAR: cuando solo faltaban segundos para el final de los 10 minutos de reposición, el juez Claus declaró penal a favor de Irán, que fue concretado por Tarami.
Con esta victoria Inglaterra se pone al frente del grupo B a la espera de lo que pase EE.UU. y Galés este lunes en el estadio Ahmad Bin Ali.
La lucha de los brazaletes
Sin embargo, este Inglaterra vs. Irán ya había comenzado mucho antes del pitazo inicial de Claus.
Y todo por el brazalete de capitán.
Durante días hubo una batalla diplomática entre la Federación Inglesa de Fútbol, (FA, por sus siglas en inglés) y la FIFA, responsable de la Copa del Mundo, sobre si llevar o no el mensaje «Un solo amor» (One Love) con los colores que representan a la comunidad LGTBI+ en el brazalete que luciría el capitán inglés Harry Kane.
Aunque la intención de la FA sobre usar este brazalete (que lo ha hecho en muchas competiciones oficiales de la selección inglesa) había sido expresada desde hace semanas, nunca recibió una respuesta oficial de la FIFA.
Y no solo era la FA, también las selecciones de Alemania, Dinamarca, Países Bajos, entre otros, pensaban que era buena idea que sus capitanes llevaran este brazalete en los juegos de Qatar, un país donde las relaciones entre personas del mismo sexo no solo están prohíbidas, si no criminalizadas.
Lo cierto es que la respuesta oficial de la FIFA no llegó bajo ningún membrete oficial, si no al parecer en una amenaza vedada: si los capitanes de estas selecciones decidían llevar el brazalete «One Love» serían penalizados con una tarjeta amarilla.
Y para las Federaciones, que esperaban una sanción económica, arriesgar la participación de un jugador en el Mundial de esa forma no valía la pena.
«Estamos muy frustrados por la decisión de la FIFA, que creemos que no tiene precedentes», se lee en un comunicado dado a conocer por la FA y las federaciones antes del partido.
Cabe aclarar que si un jugador acumula dos tarjetas amarillas dentro de un juego debe ser expulsado. Y si acumula dos amonestaciones en distintos juegos durante el Mundial, no puede ser parte del siguiente partido.
Pero esta no era el único debate que antecedió a este encuentro: el capitán iraní, Ehsan Hajsafi, hizo una vehemente denuncia de lo que está ocurriendo en su país, donde se adelantan masivas movilizaciones en contra del gobierno en Teherán, que ya han dejado de acuerdo algunas fuentes locales, cerca de 400 personas muertas y más de 15.000 detenidos.
«Tenemos que aceptar que las condiciones en nuestro país no son las adecuadas y que nuestra gente no está contenta», dijo.
«Me gustaría expresar mis condolencias a todas las familias en duelo en Irán», agregó.