Es responsabilidad de todos reflexionar profundamente
De lo poco que sé sobre la historia universal y a través de todos los tiempos, las posiciones de grupos radicales solo han servido para dividir comunidades. desunir pueblos, sembrar odio e intolerancia, debilitar y desmembrar naciones.
En este momento de crisis social y política que vive nuestro país, considero que es responsabilidad de todos reflexionar profundamente sobre el riesgo de dejarnos llevar por pasiones y situaciones que sin duda no benefician a los intereses de la mayoría de la población.
No cabe duda de que esas acciones extremas están alimentadas por quienes les interesa todo menos el desarrollo armónico y equilibrado de la sociedad de nuestra querida Patria.
Lo sorprendente es que perdemos totalmente la brújula y quienes deberían jugar el papel de orientadores: los medios de comunicación, el periodismo en su conjunto, los líderes de opinión y otros personajes que tienen cierta palestra pública, son los que caen ingenua o deliberadamente en ese círculo vicioso y pernicioso que hace tanto daño al país.
La crónica sensacionalista le interesa más publicar noticias con grandes titulares que atraigan la curiosidad morbosa de los parroquianos que orientar de forma objetiva e imparcial al ciudadano.
Por otro lado, la clase política nacional integrada por el oficialismo y la oposición, especialmente los legisladores que componen la Asamblea Nacional, de quienes se espera naturalmente un mayor aporte a la solución estructural de los grandes problemas, no hace más que actuar en un nivel penosamente mediocre con una visión muy corta, parcializada y totalmente mezquina.
En este último tiempo solo se han dedicado a pretender demostrar que bando tiene mayor fuerza como si ese fuera el problema principal de un país sumido en una crisis social, política, económica y sanitaria. Acrecentando la crisis moral que nos somete y degrada cada vez más. Es la peor crisis existente.
Estas acciones reflejadas en paros, bloqueos y marchas solo han logrado que cada vez se vea más lejos la ansiada recuperación económica del país.
La pregunta para los líderes de las organizaciones políticas, gremiales y cívicas: ¿les interesa realmente aportar y resolver los grandes problemas que persisten?, ¿no les parece más adecuado concentrarse en buscar solución al problema del desempleo, la corrupción generalizada, la reforma a la administración de justicia, el narcotráfico, el contrabando, al programa de vacunación contra el Covid 19, el problema estructural de la salud y educación?
Todo hace pensar que ninguna de estos temas tan prioritarios está en la agenda de los que tienen la responsabilidad de administrar el Estado desde las diferentes instancias de gobierno. El periodo de campañas proselitistas ya paso, ahora es tiempo de trabajar arduamente y administrar cada área de su responsabilidad estableciendo planes y proyectos de acuerdo con las necesidades de cada región.
Las agendas políticas como la propuesta descontextualizada de un Estado Federal realizada por el gobernador de Santa Cruz, no hace más que distraer la atención y no enfocarse en los problemas actuales y urgentes que se han enumerado.
El gobierno nacional debe comprender que, si bien ha sido favorecido con más del 55% en la elección nacional del 20 de octubre de 2020, su responsabilidad y obligación ahora es gobernar para el 100% de la población que clama justicia social, seguridad jurídica, fuentes de empleo, salud y educación.
Fernando Crespo Lijeron – Vecino de Porongo