Opinión

Jaime Aliaga: «La planta de urea, la otra mentira»

Desde que se posesionó el nuevo gobierno, leí notas con declaraciones de autoridades, que desconocen antecedentes del tema, las proyecciones del mercado internacional de la urea y de la realidad del proyecto individual más caro; y echan la culpa al gobierno de transición por los problemas actuales y porque la planta está parada desde el 2019. (El Deber 2/02/21), (Newstime 30/01/2021) (Pagina Siete 6/1/2021) (La Razón 2/12/2020) (Opinión 13/12 2020 – 10/11/2020) (Prensa Latina 20/11/2020)

No toman en cuenta que la planta de Amoniaco Urea del Chapare, inaugurada en 2017, ya presentó problemas técnicos de inicio, dio pérdidas los primeros dos años de operación, trabajó a baja capacidad y fue afectada por el atentado terrorista en noviembre de 2019 cuando partidarios de los autores del fraude inolvidable, volaron 200 metros de gasoducto y provocaron la interrupción de la producción industrial en Cochabamba, Oruro y La Paz, y de la planta de urea.  (Opinión 10/11/19).

¿Habría una “garantía de make good”  técnica en el contrato? ¿Tendrían una póliza de seguro vigente cuando sucedieron los daños? Hay un sinfín de incógnitas sobre este proyecto, pero lo triste es que como muchos otros en los “14 años perdidos”, se lo hizo sin cumplir las mínimas reglas de la ciencia económica, la técnica, del sentido común, y del reglamento de pre inversión. Si al menos habrían efectuado un análisis FODA y de riesgo al momento de planificar antes de tomar decisiones tan costosas para los bolivianos o si no hubieran ignorado las recomendaciones de la Gerencia de Industrialización del mismo YPFB, todo pudo haber sido diferente.

Los que sabían, o de los que estudiaron el tema, hicieron observaciones, pero le “metieron nomás”  Fueron cerca de 1,3 mil millones de dólares, contando la vía férrea Bulo Bulo – Montero, uno de cuyos tramos fue adjudicado a CAMC, ¿se acuerdan?. Quizás esta solo sirva para transportar soya, arroz, ganado, bananas, etc. 

El Ing. Campuzano en su Análisis de Caso ya lo advirtió y citaba al  Ing. Carlos Miranda que dijo que pese a que el Brasil estaba encarando proyectos de úrea en Tres Lagoas, Uberaba y Linhares, más la ampliación de Laranjeiras; se tomó esa decisión equivocada. Igual observó el Ing. Pablo Villegas del CEDIB (El País 6/03/2014). Hicieron caso omiso de recomendaciones técnicas que ya se hicieron en YPFB años atrás. En 1967, por ejemplo, la Dirección de Gas y Petroquímica de YPFB planteó que en caso de decidir industrializar el gas, se podrían instalar plantas de pequeña capacidad en Santa Cruz y Oruro: Amoniaco, Ácido nítrico, Nitrato de amonio y Fertilizantes combinados.  

La Gerencia Nacional de Industrialización que fue eliminada en esos días y la recientemente creada en vano Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos, EBIH (DS 368 de 19/11/09), a la que saltaron de forma anti constitucional (Art 363 CPE); recomendaron ubicar en Puerto Suárez y Villamontes para la exportación y en Carrasco para el mercado interno. Algo que tenía más sentido. (Escalera, 2012 – Campuzano). 

Pero, otros intereses primaron antes que racionalidad técnica, y alguien decidió que la planta, con capacidad de 2100 Toneladas métricas día de urea, sea ubicada en Bulo Bulo, lejos de los mercados principales. Recibieron un crédito millonario del Banco Central, justo cuando ya se vislumbraba la baja del precio del petróleo y la disminución de las reservas de gas. Igual que en Cemento Potosí (sin gas).

Las perspectivas ya se advertían inciertas, por la volatilidad del precio internacional de la urea, el consumo interno y el precio del trasporte hasta frontera, la capacidad instalada y otros. (Hugo del Granado – INC Fundación Milenio 4/10/2017)

Si alguien se hubiera propuesto a hacerlo peor, no lo habría logrado. Y tan campantes los que tomaron esas decisiones que nos costarán millones por años en lugar de haber invertido en salud o educación. Según la Consultora Gas Enery Latin America, aun castigando semejante crédito a capital y a precios promedio de 300 US$ por TM, el proyecto no arrojaría rentabilidad alguna. (Los Tiempos 17/03/2020). 

¿Qué hacer? No queda otra que esperar que los que nos hundieron, ejerciten opciones de solución, deseando que los remedios no sean peor que la enfermedad que nos dejaron. 

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Mostrar botones
Ocultar botones