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Prueba Toyota Yaris Hybrid 120H Style Premiere Edition

La cuarta generación del Toyota Yaris ya está en el mercado. El utilitario japonés se renueva por completo y; ¿sabéis qué es lo mejor? ¡Ya hemos podido conducirlo! Ha sido una toma de contacto en su presentación nacional a los medios pero, no obstante, hemos podido sacar unas primeras impresiones muy válidas de este coche urbano híbrido. Bienvenidos a esta primera prueba del nuevo Toyota Yaris.

El utilitario de Toyota cambia de los pies a la cabeza. Estrena plataforma, motorización, cambia sus dimensiones y cuenta con un enorme conjunto de sistemas de seguridad, mejorando tanto en la seguridad pasiva como activa. Como ya estaréis viendo por la imagen de la cabecera, su diseño también es totalmente nuevo. ¿Comenzamos?

Toyota afirma que quiere posicionar a su nuevo Yaris en el top3 de ventas, lo que es mucho decir ya que este segmento es uno de los más peleados en el mercado europeo. La apuesta es fuerte y firme. Por cierto, ¿sabías que desde su primer lanzamiento, en 1999, se han comercializado más de 4,1 millones de unidades de este modelo? Arrancamos con el Toyota Yaris Style Premiere Edition.

Notable evolución en el diseño del nuevo Yaris

Toyota Yaris frontal

Uno de los principales motivos de ventas es el diseño. No digo nada que no sepas. Si el coche no te convence por su estética, por norma general, no lo compras. Por suerte para la marca, creo que en ese sentido han cumplido satisfactoriamente. El diseño de este utilitario es muy agradable y supone una clara evolución respecto al modelo predecesor. Además, han apostado por una carrocería muy musculosa.

En el frontal vemos un paragolpes muy agresivo con una enorme parrilla terminada en negro. Los faros son completamente nuevos y utilizan proyectores de LED a partir del acabado Style, recurriendo a esta tecnología también los faros de antiniebla. Las formas del capó también son muy marcadas.

Como decía anteriormente, en este caso estamos con una unidad Style Premiere Edition, que es una edición de lanzamiento con un equipamiento muy completo. Es fácil distinguirla del resto de acabados, principalmente porque la terminación de la carrocería bitono en rojo Coral con techo, pilares y carcasas de los retrovisores en negro es específica.

Toyota Yaris 2020 lateral

En comparación con el anterior, el nuevo Yaris es ligeramente más corto y bajo pero, no obstante, es más ancho y tiene una mayor batalla. Concretamente estamos ante un coche de 3.940 mm de longitud, 1.745 de anchura y 1.470 de altura. La batalla asciende hasta los 2.560 mm, siendo 50 mm más larga que en el anterior.

Del costado se podemos destacar las llantas de aleación bitono de 17 pulgadas, la poca superficie acristalada trasera con una línea de cintura elevada o los marcadísimos pasos de rueda traseros.

Bajo mi punto de vista, la parte más atractiva de este modelo es la trasera. Además de las abultadas caderas y el “difusor” en negro brillante, es muy interesante el estilo tecnológico que se ha buscado con los pilotos traseros, que igualmente son de LED. Están comunicados por una superficie central en negro brillante que le queda realmente bien. Por cierto, sobre el parabrisas hay un pequeño spoiler que aporta su toque dinámico.

Prueba Toyota Yaris 120H trasera

Y un interior mucho más logrado, aunque con algún «pero»

Y del exterior pasamos al habitáculo, donde poco tiene que ver con el modelo predecesor. Desde el puesto del conductor nos encontramos con un volante revestido en cuero de una calidad más que suficiente y con botones para manejar el cuadro de instrumentos, el teléfono, las ayudas a la conducción y el equipo de audio.

El cuadro de instrumentos es totalmente nuevo. Toyota lo llama “cuadro de instrumentos binocular”. Utiliza dos esferas digitales que no son demasiado grandes pero que muestran la información justa y precisa, y lo que es más importante, se ve bien. Entre ambas esferas encontramos una pantalla con otras informaciones de viaje y de asistentes, así como las principales configuraciones.

Prueba Toyota Yaris 120H diseño interior

Un detalle importante es que el nuevo Toyota Yaris puede equipar un Head Up Display con proyección sobre el parabrisas; algo que no es demasiado común en coches de este segmento B. Evita que desviemos la vista de la carretera en muchos momentos, mostrando datos de velocidad, revoluciones del motor térmico (curioso, porque en el cuadro principal no aparecen) e indicaciones de navegación.

Mientras tanto, en la zona central y más elevada del salpicadero se ubica la pantalla táctil para el sistema de infoentretenimiento, que es de hasta 8 pulgadas. Puede tener navegador en los acabados más altos y también sincronización para los smartphones vía Android Auto y Apple CarPlay. Por desgracia, y como es habitual en las firmas japonesas, no ofrece gráficos, velocidad o manejo demasiado decente, quedando muy lejos de marcas europeas.

Más abajo tenemos el manejo del climatizador bizona, que afortunadamente es muy sencillo y fácil de manejar, teniendo justo debajo los botones para activar los asientos calefactables y una toma USB. En la zona inferior de la consola central aparece una superficie para colocar objetos menudos y también la superficie de carga inalámbrica para los smartphones, que siempre viene muy bien en estos tiempos que corren.

Carga inalámbrica móvil

Para rematar en este apartado, las distintas piezas que conforman el habitáculo presentan un aspecto agradable y los ajustes parecen ser sólidos. La mayoría de materiales, como es lógico, son plásticos duros pero, de todos modos, algunas zonas sí presentan un tacto mullido, lo que siempre se agradece. En cuanto a huecos, para ser un coche del segmento B, hay espacios correctos en las puertas. Entre los asientos delanteros tenemos un siempre práctico reposabrazos y un compartimento.

Correcto en espacio interior y maletero

El Toyota Yaris pretende ser un coche pequeño por fuera, pero amplio por dentro. ¿Lo consigue? La verdad es que las plazas delanteras no son angostas, habiendo espacio suficiente para dos adultos de tallas normales. Tal vez se eche en falta un poco más de amplitud en la zona de los pies, pero recordamos que estamos ante un utilitario.

Plazas traseras Toyota Yaris

En las plazas traseras tenemos luces y sombras. Es más espacioso que el predecesor, destacando un más que correcto espacio para las rodillas y también tendremos la sensación de ir un poco más separado del acompañante. Claro, esto teniendo en cuenta que se ocupan solo las plazas laterales, pues la plaza central mejor no contar con ella para el día a día y dejarla para momentos muy puntuales.

La parte negativa es que el acceso es un tanto “regulero”. Las puertas no abren demasiado, quedándose muy lejos de los siempre demandados 90 grados de apertura, y la butaca ahora está más cerca del suelo, por lo que “hay que bajar” más el tronco al acceder. El espacio para la cabeza no es malo, pero sí es verdad que lateralmente vamos cerca del marco. Para mí, con mi 1,76 m. de altura no es un gran problema, pero si superas el 1,80 probablemente no irás cómodo.

Respecto al espacio de carga, el Toyota Yaris ha mantenido su maletero en los 286 litros que cubicaba el modelo anterior. El suelo se puede situar en dos alturas diferentes y bajo él tenemos el kit de reparación de pinchazos con algún compartimento más para esconder algún que otro objeto. Como es habitual en esta categoría, las formas no son del todo cúbicas.

Toyota Yaris maletero

Y con un completo equipamiento de seguridad desde acceso

Una mención especial merece el apartado de seguridad de este coche. La estructura es un 37 % más rígida, contando con refuerzos en puntos específicos como la separación del salpicadero y el vano motor, el piso trasero, la zona del pilar trasero, los pasos de rueda o el uso de más zonas de unión y puntos de soldadura. Esto se traduce en una mayor seguridad pasiva en caso de impacto. También aparece el primer airbag central en la parte delantera para un modelo de esta categoría.

Respecto a la seguridad activa, todos los nuevos Toyota Yaris traen de serie una evolución del sistema pre-colisión, el control de crucero adaptativo hasta 180 km/h y con reconocimiento de señales de tráfico, el sistema de mantenimiento de trayectoria con asistencia a la dirección, limitador de velocidad, cámara de marcha atrás, detector de aceleración errónea, detección de vehículos en intersecciones o luces largas automáticas. Sin duda, muy bien equipado desde las versiones más accesibles.

Solo una mecánica para España, y es híbrida (de momento)

Toyota Yaris motor híbrido

Damos el salto a las motorizaciones y, como ya es casi tradición en la marca nipona, el Toyota Yaris aterriza en nuestro mercado con un sistema propulsor híbrido. En otros mercados se comercializará una mecánica de gasolina, con el mismo motor térmico que utiliza esta variante híbrida. De momento no va a llegar a España, aunque la marca ha afirmado que si el mercado demanda esa variante tradicional no tendrá problemas en incorporarla en nuestro país.

El sistema híbrido es totalmente nuevo. Tanto es así que Toyota afirma que no hay un salto entre este sistema y el anterior, sino más bien dos. En el motor térmico es un tres cilindros de 1.5 litros que trabaja en ciclo Atkinson y que deriva de los superiores 2.0 y 2.5 litros. Tiene una relación de compresión de 14:1 y puede llegar a tener un rendimiento térmico del 40 % según la marca, que es muchísimo.

En comparación con el anterior, este nuevo 1.5 Dynamic Force desarrolla 93 CV (24 % más) y 120 Nm (9 % más). Pese a esa ganancia, el consumo ha disminuido hasta los 3,8 l/100 km en WLTP (- 21 %) y las emisiones de CO2 se sitúan en 85 gramos por kilómetro recorrido.

Cambio automático e-CVT

Por su parte, el motor eléctrico que se ubica en la caja de cambios CVT, es capaz de girar hasta 17.000 rpm, produciendo 59 kW (80 CV) y 141 Nm. Según la marca el nuevo Yaris puede circular en modo EV a una velocidad máxima de 130 km/h, aunque para lograrlo deben reunirse unas condiciones muy favorables. Nosotros no hemos llegado a superar los 95 km/h llaneando.

La batería también es nueva, siendo ahora de iones de litio (antes de níquel). Es más potente, tiene más capacidad y también es 12 kilos más ligera. Va debajo de los asientos traseros, como antes, para centrar las masas y reducir el centro de gravedad. Por cierto, ahora la batería convencional de 12 voltios también se sitúa en la parte posterior. La potencia máxima conjunta del sistema híbrido es de 116 CV.

Al volante: Con una respuesta agradable, pero sin pretensiones deportivas

Llega el punto clave. El diseño, la tecnología y los datos teóricos están muy bien, pero todo se puede ir al traste si a nivel de conducción no convence. ¿Qué tal se comporta el nuevo Toyota Yaris de cuarta generación? Recordamos que utiliza la plataforma TNGA del fabricante japonés, en su versión GA-B, para vehículos pequeños.

Toyota Yaris 120H

Lo primero que notamos es que la posición de conducción es más natural, más turismo. Antes íbamos echados demasiado encima del volante. Ahora tenemos el asiento más separado del salpicadero, el volante está colocado de una forma más vertical y no tan inclinado, mientras que nos permite una regulación en altura y profundidad amplia para obtener una postura correcta.

Iniciamos la marcha por recorridos urbanos y desde el primer momento notamos la suavidad de funcionamiento a baja velocidad que caracteriza a los híbridos de Toyota. Como siempre, además de la citada suavidad, también es destacable el silencio de marcha. A baja velocidad impulsa el motor eléctrico y, si la batería no tiene mucha carga, entra el motor térmico en funcionamiento pero a muy bajas vueltas, por lo que tampoco se percibe un gran ruido en el interior.

Por su parte, la dirección es muy cómoda para estos entornos porque tiene mucha asistencia y apenas hay que hacer esfuerzo para guiar el coche o en las maniobras de aparcamiento. Siguiendo por las zonas urbanas, como el chasis es más rígido, la suspensión no tiene necesidad de tener un tarado duro, por lo que resulta cómoda a la hora de pasar por los baches o resaltos que habitualmente pueblan las localidades españolas.

Un detalle que debo destacar es la modularidad del pedal de freno. Sigue sin ser perfecta, pues lleva de cierto tiempo de adaptación. Sin embargo, en esta primera prueba me ha sido más fácil controlar el paso de la frenada regenerativa a la frenada por pastillas y discos cuando estamos a punto de detenernos, un punto que siempre me ha parecido no estar bien resuelto en los híbridos de la marca nipona.

Prueba Toyota Yaris perfil trasero

Seguimos con la ruta. Salimos de la ciudad y nos vamos a la carretera. Hace tiempo que conduje por última vez la anterior generación del Yaris, pero tengo algunos recuerdos. No es que el nuevo Toyota Yaris Hybrid destaque por unas aceleraciones o recuperaciones fulgurantes, pues no parece desarrollar los 116 CV que anuncia, pero sí se aprecia más solvente.

Además, un punto positivo es que no se percibe tanto ruido del motor a la mínima insinuación sobre el acelerador. Si aceleramos a fondo (o por encima del 70 % del pedal), el motor se revoluciona y el sonido llega al habitáculo, pero es cierto que se nota algo más desahogado que antes en ese sentido. Esto se debe a la nueva configuración de la caja e-CVT y a las mejores prestaciones tanto del motor térmico, como del motor eléctrico.

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