Los vuelos aéreos de antaño y actuales
Esta nota la escribo a bordo para hacer conocer a los actuales usuarios de los servicios aéreos cómo era antes y cómo es actualmente viajar. Mi primer viaje largo lo realicé en 1965 a Norteamérica en la empresa Panagra. El vuelo salía y llegaba a Oruro, y su ruta era La Paz, Tacna, Guayaquil (donde se hacía pernocte), Bogotá, Panamá, Miami y finalmente Washington, con un descanso en Miami de más de 8 horas en muchas ocasiones. Nunca se volaba de noche y las aeronaves DC3 tenían una velocidad de 334kilómetros por hora, volaban a una altura de 6500 metros sobre el nivel del mar y eran tripuladas por tres personas: dos pilotos y un ingeniero de vuelo con su compás que indicaba la ruta. Los otros eran los relevos, ya que los tripulantes no podían volar más de 6 horas. La capacidad de estos aviones era de 32 pasajeros y el vuelo de Bolivia a Washington tomaba casi 48 horas. Actualmente, el mismo viaje solo toma 9 horas.
Hoy se vuela a 840 kilómetros por hora y a una altura de 11,000 metros, transportando hasta 350 pasajeros según el tipo de aeronave, que pueden operar sin escalas hasta 12 horas de vuelo con cuatro tripulantes (dos de reserva, ya que solo pueden volar 9 horas sin relevo). Vale aclarar que el Concorde volaba a 2,400 kilómetros por hora, pero era la excepción.
En 1953, un pasaje de ida y vuelta de Nueva York a Buenos Aires costaba 430 dólares, mientras que un auto nuevo de esa época costaba 1,699 dólares. Hoy, el pasaje cuesta entre 890 y 1,000 dólares, y un vehículo 22,000 dólares. Los servicios a bordo de antaño eran de primera clase y los pasajeros soñaban con la comida. En el Lloyd Boliviano se servía en vajilla Rosenthal, la más fina del mundo, y con cubiertos de plata. Hoy todo es en plástico y se sirve hasta 6 veces por tramo; actualmente, solo 2 veces por tramo, y la mayoría de las empresas cobran por los servicios (excepción hecha de Copa Airlines de Panamá).
En los vuelos de antaño, el piloto daba certificados de haber pasado el ecuador cuando se volaba del sur al norte; hoy en día, ni te enteras ni te avisan.
Las aeronaves modernas como el Boeing 787 Dreamliner y el anterior 737/100 han revolucionado la aviación comercial. El Boeing 787 puede volar a una velocidad de crucero de 913 kilómetros por hora y tiene un alcance de hasta 14,800 kilómetros, permitiendo vuelos sin escalas entre ciudades como Santiago y Londres teniendo un consumo más bajo de combustible y es ma liviano que su competidor Aerobús 350
En el contexto latinoamericano, la aviación ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas. Aerolíneas como Copa que usa 737 max y es la empresa más distinguida en América Latina y con la mayor cantidad de aeronaves que sus similares y Avianca que tiene 787 Dream Liner han modernizado sus flotas con aeronaves de última generación para ofrecer mejores servicios y mayor conectividad. Por ejemplo, LATAM ha incorporado el Boeing 787 en sus rutas internacionales, mejorando la experiencia del pasajero con cabinas más cómodas y vuelos más directos. La modernización de las flotas y la mejora en la infraestructura aeroportuaria en América Latina han facilitado el incremento del turismo./Constantino Klaric