Contrabando en su máxima expresión. Quijarro y Puerto Suárez se han convertido en el epicentro del negocio ilícito. Desde Corumbá se interna la espumante al país y se expande a todo el departamento. La moda por tomar Skol Pilsen y Conti Zero Grau es atractiva en la carretera Bioceánica; aprovechando el mes de febrero, época carnavalera de alegría, festejos y diversión en la ciudad capital y toda Santa Cruz, la espuma sube.
El Sudeste de la Gran Chiquitania ahora se ve derramado por una oferta de sabores refrescantes y extraños, alejado del nacionalismo de consumir y proteger lo nuestro y dar trabajo a los bolivianos.
El precio manda en este mundo cervecero que salta a la vista, predominando la variedad de marcas y colores de procedencia brasileña.
Sin embargo, la cara fea es que entre saúde y saúde de la cerveja barata, tambalea la industria del país porque tan sólo estas dos marcas destronan sin piedad a las cervezas bolivianas.
En el caso de la afamada marca nacional, la Paceñita retornable de Bs 5 en botella, es la única que rivaliza en esta movida.
Ambas latas tubito de estas dos marcas brasileñas mencionadas, son vendidas a Bs 5 o Bs 4; o 4 x Bs 20, el paquete de 24 a Bs 60 y Bs 70 o 3 latas por 10 bolivianos, dependiendo del lugar de venta y su accesibilidad a estos productos de contrabando; mientras que la Paceña en lata es comercializada a Bs 8 u Bs 9 cada una y la caja a Bs 170. La diferencia es extensa y veloz como la carretera pavimentada; por eso la preferencia afloja los bolsillos.
En la Perla del Oriente, la molestia de una vendedora ofuscada por observar sacar fotos a la tienda es una mala señal y, quizás, hasta una prueba palpable que resguarda mercadería ilícita.
En su puesto de venta oferta Skol, como casi toda la veintena de negocios habilitados en casas adyacentes. La cerveza es vendida a Bs 4 cada lata y a 5×20. Ni el ofrecimiento de afiches mostrando a la Paceña funciona aquí. Es tierra de cervezas brasileñas de toda clase, que inundan los accesos a la Terminal de Buses y trufis, pero la Skol es la que se apodera.
En lugares paradisíacos y ecoturísticos por las comunidades Aguas Calientes, Sutuniquiña, Chochís o Santiago de Chiquitos, la inspiración explota como dinamita para quienes buscan apagar la sed o festejar algo al son de las cervezas.
Luego arribando a la Cuna de La Cruceñidad, San José , también rebalsa la Skol y en las poblaciones de este circuito misional. En los alrededores de la plaza principal en un micromarket es expendida la Skol junto a otras bebidas alcohólicas. ¿Los precios?: Skol a Bs 5 o Bs 4, dependiendo del establecimiento; costos que de lejos no pueden enfrentarse al rango de Bs 7 y Bs 8 de Paceña o Ducal.
Así, en El Tinto, otro punto josesano, la Skol y la Conti son ofertadas a Bs 5 y sus paquetes de 24 latas a Bs 60 y Bs 70. El trayecto atraviesa Rincón del Tigre, Pailón y Pailas y la situación es la misma.
A todo esto, los puestos de control policial y de la Aduana requisan a la luz del día, pero a altas horas de la madrugada fluye todo. Entre el logo de la flecha roja de la lata Skol, los nuevos Skolzeiros (como le dicen a los consumidores en Brasil) y la Conti Zero Grau para ‘entrar en el clima’, congelan a las de Bolivia.
A modo de dato. Cada semana ingresan ocho trailers repletos de las cervezas brasileñas. Desde la ciudad fronteriza de Corumbá se transporta de todo a Bolivia.
Las famosas Noah se suman al negocio ilícito. Cientos de viajes son realizados entre Quijarro y Corumbá. Las 24 horas circulan con la espumante. Cada movilidad pasa repleta de cervezas. Tienen vidrios negros y nadie los controla.
Los mismos conductores admiten entre chiste y chiste que pagan en los puntos de controles para llevar el producto hasta la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y sus alrededores.
Es más, varios de los dueños de los motorizados testimonian que se vieron obligados a comprar otro tipo de llantas que permitan incrementar carga.
ADUANA Y OPERATIVOS
En la madrugada del ’jueves de Comadres’, la Aduana Nacional incautó bebidas alcohólicas de contrabando con un valor de aproximadamente de 140.000 bolivianos, en la comunidad de La Guardia, a cuatro horas de la ciudad de Santa Cruz.
Un camión Volvo fue interceptado por los funcionarios de la Unidad de Control Operativo Estratégico (UCOE) de la Aduana Nacional, en atención a una denuncia anónima. Este transportaba cerveza de procedencia Argentina, sin documentos de respaldo para su internación y comercialización legal en el país.
El contrabando de bebidas alcohólicas se incrementa debido a las fiestas de carnaval por la gran demanda en el mercado; sin embargo, la Aduana afirma que continúa luchando firmemente contra este ilícito, velando por la salud de la población y por la economía nacional.