Analistas ven que Bolivia no necesita un nuevo 21060, sino un presidente con visión de estadista
Dos analistas afirmaron este domingo que, para encarar la actual crisis económica, el país no necesita volver al recordado Decreto 21060 que implantó la política neoliberal y de shock, sino un presidente que tenga experiencia y una visión de estadista, enfocándose no solo en las necesidades inmediatas, sino también en la capacidad de actuar con una perspectiva a largo plazo.
El economista Alberto Bonadona y el abogado constitucionalista Luis Alberto Ruiz compartieron el panel del programa «Hagamos Democracia» de la red Erbol, para analizar la coyuntura económica, las posibles medidas y las perspectivas hacia adelante.
El emblemático Decreto Supremo 21060 fue impuesto en agosto de 1985 por el presidente Víctor Paz Estenssoro con el mensaje “Bolivia se nos muere” debido a la galopante hiperinflación, escasez de alimentos, largas filas para conseguir alimentos y una moneda totalmente devaluada.
Camino hacia Argentina
Bonadona dijo que en esa época un dólar equivalía a dos millones de bolivianos y “no estamos ahí todavía. Ahora, un dólar equivale a 12 o 13 bolivianos. Esa es la situación y no es tan seria, pero lo sentimos en el bolsillo, en las necesidades no cubiertas. No estamos al punto de necesitar un 21060 ni caer en la situación de Argentina porque “no hemos llegado al verdadero desastre; estamos en camino, sí, especialmente si no se hace nada”, complementó.
Recordó que ese decreto fue un shock impresionante, aunque considera que se pueden aplicar algunas medidas necesarias, pensando en que el Fondo Monetario Internacional no es el “cucu de antes” que iba a venir y se comía a los niños, sino que ahora evita comerse a los niños e incluso contribuye a que haya programas sociales que pueden ayudar a pasar un momento duro, pero no tanto como con el 21060, manifestó.
Cerrar 31 empresas
Recomendó revisar el tema del déficit fiscal, que por ahora es malo porque se ha destinado más a inversiones que a gasto corriente, y esas inversiones están mal hechas, es decir, no hay un proyecto que se pueda salvar.
Precisó que tuvo acceso a información sobre la situación de 38 empresas estatales y concluyó que siete son salvables porque generan el 97% de las utilidades, el resto tiene utilidades muy pequeñas y las otras no tienen utilidad.
Luego están las empresas Ende, YPFB y Comibol, que generan dos terceras partes de las utilidades, pero si se eliminan 31 empresas públicas, puede afectar al desempleo, pero puede contribuir a evitar un gasto que ha sido dispendioso e improductivo.
Ruiz: Ya no más experimentos
Por su lado, el analista Ruiz señaló que, si bien en este momento “Bolivia no se nos muere, pero está bien resfriada y necesita de un médico, entendido como un presidente con visión de estadista que venga a resolver la crisis política y reconduzca la crisis económica”.
Explicó que la crisis económica es una derivación del mal manejo político y de las malas políticas económicas de cada gobierno. Bolivia tuvo 14 años a un expresidente que tomó malas políticas económicas, como haber hiperinflacionado el aparato estatal, incrementando los funcionarios públicos y el clientelismo político.
Dijo que el gobierno del MAS ha subvencionado a los simpatizantes del partido, ha subvencionado la economía y la justicia, y es necesario que la nueva autoridad tenga conocimiento del país porque no se puede experimentar con alguien sin experiencia.
Sostuvo que la crisis ha llevado al país a una marea tan alta donde todo es doble: hay un tipo de cambio paralelo, tenemos un Poder Ejecutivo y un Órgano Judicial paralelos, y la gente se está acostumbrando a hacer filas para todo.
“Estamos en una ruta crítica, estamos yendo hacia el desastre del país y para eso, por supuesto, el nuevo mandatario que llegue debe ser elegido sin sentimentalismos, que ha demostrado que cuando lo hemos tenido, nos ha llevado al rotundo fracaso y lo estamos viviendo ahora”, manifestó.