Los incendios se reactivan en Roboré y amenazan los hervores de Aguas Calientes
Los incendios forestales se reactivaron la noche del domingo 6 de octubre en el municipio de Roboré, afectando gravemente a la comunidad de Aguas Calientes. El fuego, desatado tras el incendio de un autobús en la carretera, avanzó rápidamente y alcanzó la carretera Bioceánica, poniendo en riesgo a varios conductores. Este lunes 7 de octubre, la localidad amaneció sumida en una densa humareda, mientras el temor por la contaminación ambiental crece entre los habitantes.
Dilson Dorado, habitante de Aguas Calientes, expresó su angustia: “Nunca ha pasado esto. Es consecuencia de la flota que se ardió a cuatro kilómetros. El turismo está afectado, porque mucha gente no viene”. Las nacientes del río Aguas Calientes, conocido por ser el río de aguas termales más largo de Sudamérica, se encuentran en peligro, lo que podría impactar negativamente en la afluencia turística.
Sergio Villarroel, técnico de Medio Ambiente de Aguas Calientes, advirtió sobre los riesgos: “Las cenizas son un factor letal en el tema de acidez. Al llover, las cenizas caerán al agua y esto provocará la pérdida de oxigenación, lo que puede resultar en la mortandad de peces”. La cacique Marina Montero compartió su preocupación por la posible disminución del turismo y la amenaza a la vida acuática: “Estamos preocupados porque tememos que venga una lluvia y las cenizas caigan al agua y empiecen a morir los pescados”.
Más de 300 familias que dependen del turismo en Aguas Calientes podrían verse gravemente afectadas. “Este lugar (los hervores) es el que nos da vida, es el centro turístico de los hervores, donde trabaja mucha gente”, comentó Montero. A pesar de la magnitud del desastre, los recursos son insuficientes para contener el fuego, lo que ha llevado a la suspensión de clases y a una caída significativa en las actividades agrícolas y turísticas.
Los incendios, que comenzaron hacen más de 100 días, se han propagado por las comunidades de Naranjo, San Lorenzo Nuevo y Viejo, además de Yororobá y Aguas Calientes, afectando incluso a zonas cercanas a San Matías y colonias menonitas. La situación se torna crítica, y la comunidad clama por ayuda para reforestar y enfrentar este desastre que amenaza su sustento y el equilibrio ecológico de la región.
